Prefiero Amor, Amar

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Oretania de Cultura

Mujeres visándose Sofía Rodríguez, área de Diversidad Afectivo Social de Podemos C-LM ·  “Me dice el corazón que no soy de este planeta, que caí de algún cometa fuera de circulación, o acaso sea un clon, de algo así como un salvaje que articula algún lenguaje de una extraña dimensión”.  Así comienza la canción de Luis Eduardo Aute que da título a este artículo, porque así es como hoy nos sentimos muchas de las personas que llevamos años trabajando y luchando por la igualdad de derechos del colectivo LGTBQI. Son varias las demandas que a lo largo de los años hemos venido realizando a las diferentes instituciones que deben velar por el cumplimiento de los Derechos Humanos, las mejores de las veces se ha dado una contestación que ha articulado algún tipo de legislación que nos amparase, pero las denuncias estos últimos años es que esas legislaciones existentes se cumplan punto por punto.

El tejido asociativo y el activismo deben velar porque los partidos que dicen representarnos como ciudadanas y ciudadanos, cumplan con el marco normativo que regula las sanciones en caso de agresiones homófobas. En este sentido se vienen denunciando desde diferentes asociaciones la falta de respuesta de algunos organismos, regiones o instituciones en cuanto a ello, como también aplaudiendo que algunos estén dando pasos de gigante en este sentido.

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La realidad actual del colectivo a nivel estatal es esta, no hay respuestas claras y estructuradas porque las leyes existentes son a nivel regional y cada una de las regiones estudia la particularidad de las mismas para elaborar esta. En este sentido desde Podemos CLM queremos invitar al gobierno de la región a pensar la necesidad de articular una ley que nos permita una mayor protección del colectivo a todos los niveles, educativo, sanitario, etc. que permita, por un lado dotar a nuestra región de ese marco normativo y por otro avanzar para consensuar una ley a nivel estatal.

Es necesario un diálogo con todas las asociaciones regionales que vienen defendiendo los derechos del colectivo en nuestra región para elaborar un marco normativo que contemple la diversidad de realidades que componen nuestra región. Que permitan establecer protocolos de atención sanitaria especializada, que permita sancionar las agresiones homófobas como delitos de odio, y sobre todo, que permita una educación abierta a la diversidad.

Ayer fue Orlando, mañana quién sabe. Lo que sí puede afirmarse es que este hecho (no aislado, en varios países la homosexualidad aún está penada con la muerte) es una realidad que nos ha saltado en la cara. No se debe dejar de escuchar las demandas de activistas y colectivos LGTBQI, deben responderse y además acompañarse en el tiempo para que poco a poco entre todas y todos podamos conseguir una sociedad que se aleje del odio y se acerque más al respeto a la diferencia, que es donde la posibilidad nace.

Pueden intentar quitarnos la alegría, pero hoy más que nunca nuestra respuesta seguirá siendo una enorme sonrisa.

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