Inés Fernández. Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real) · Cándido Menchén Chacón es el nuevo Juez de Paz en sustitución de Cesáreo Mora, que ejerció la labor durante más de 20 años. Tiene experiencia en los asuntos que se dirimen en el primer escalón de la escala judicial ya que ha sido juez sustituto desde 2003. Jubilado, tras haber trabajado en Repsol, aporta al cargo dedicación, afán y tiempo no solo para ejercer, sino también para formarse permanentemente para hacer bien su trabajo. Cree que su labor es básicamente ayudar y estar al servicio de los vecinos y confía en “el sentido común y la buena armonía entre los que plantean las cuestiones” para, con su intermediación, encontrar soluciones que eviten tener que recurrir a instancias mayores.
– ¿Qué supone para usted ser el nuevo Juez de Paz sustituyendo a Cesáreo Mora que ejerció durante cerca de 50 años este cargo?
Don Cesáreo ha ejercido como Juez de Paz desde Enero de 1967 a Noviembre de 2015, casi medio siglo al servicio de la justicia y los ciudadanos.
Sustituirle es, sobre todo, un gran honor por ocupar un puesto al que él aportó su gran carisma y dedicación y en donde recibió y recibe, en justa recompensa, el aprecio de todos los vecinos.
Una trayectoria tan dilatada y querida como la de D. Cesáreo es imposible de superar. Tomar su relevo es para mí un reto y un acicate para superarme día a día en la atención y servicio a mis vecinos que, en definitiva, es de lo que se trata.
– Conoce bien la labor del Juez de Paz por su larga trayectoria al lado de Cesáreo. ¿Cómo valora esta figura? ¿Qué cree que aporta a la sociedad?
Efectivamente, he estado ejerciendo a su lado como juez sustituto desde el año 2003. En términos profesionales, aun estando asistido por funcionarios judiciales de carrera, creo que debería dotársele de unos conocimientos básicos en derecho, por ejemplo en forma de cursillos específicos para su función; si bien como antes decía, su labor es más de ayuda y servicio al vecino.
El juez de paz es el primer escalón de la escala judicial y ejerce su labor de la manera más cercana al ciudadano prestándole, dentro de sus competencias, la atención precisa en trámites judiciales y registro civil.
– Es una gran responsabilidad la que los vecinos y vecinas depositan en el Juez de Paz. ¿En qué se basa para tomar decisiones?
Desde luego en la estricta aplicación de las leyes vigentes, como no podía ser de otra forma, pero dado que los asuntos que tratamos los jueces de Paz son más de ejercitar el sentido común y la buena armonía entre los que plantean las cuestiones –más que pleitos-; se intenta con nuestra intermediación, llamando al dialogo y buscando puntos de encuentro, que las diferencias de las partes se resuelvan con acuerdo entre ellas sin tener que acudir a instancias superiores, con lo que eso conlleva en gastos y tiempo, ya que para acudir al juzgado de paz no es preceptiva la asistencia de abogado ni procurador.
– ¿Qué cree que aporta a este cargo?
En términos, digamos “profesionales”, la experiencia de 13 años y en términos personales la voluntad y afán de colaboración y ayuda a mis vecinos desde mi mejor saber hacer y entender.
Cuento de antemano con su benevolencia ante mis deficiencias.
– ¿Cuál es su trayectoria profesional y de que forma puede influir en su labor?
Mi trayectoria profesional, nada ha tenido que ver con temas judiciales; mi formación es técnica y la ejercí durante 40 años en Repsol Química de Puertollano.
La condición de jubilado solo influye en disponer de tiempo para el cargo y ponerme al día de los muchos cambios legislativos que están afectando a la Justicia de Paz y al Registro Civil, que va a dar un cambio sustancial a partir de Junio 2017 cuando esté plenamente en vigor la Ley 19/2015 de medidas de reforma administrativa en el ámbito de la administración de justicia y registro civil.
– ¿Cuáles son sus principales funciones?
El Juez de Paz tiene dos funciones: por un lado las concernientes a asuntos judiciales y cuya principales competencias son los actos de conciliación y el conocimiento y ejecución de demandas de menor cuantía, por otro lado como Encargado del Registro Civil todo lo relativo a inscripciones y certificaciones de nacimiento, matrimonio, defunción, tutelas, incapacidades, rectificaciones, expedientes de fe de vida, matrimonio y su celebración, etc. En ambas funciones cuento con la inestimable ayuda y asesoría de los funcionarios tanto de Auxilio y Gestión Procesal como del secretario del Registro Civil.
– ¿Cómo han sido los primeros asuntos abordados como titular del juzgado de Paz?
Como sustituto ya tuve ocasión de ver bastantes juicios de faltas (ahora delitos leves) además de conciliaciones y tratar muchos asuntos del Registro Civil, solo me faltó celebrar matrimonios; pero en lo que va de año ya he asistido a varios.
– ¿Cómo desearía que los vecinos y vecinas de Argamasilla de Calatrava valorasen su trabajo?
Ejercer como Juez de Paz me lleva el deseo de ser útil a mis vecinos, ellos son los que tendrán que valorar.
De mi parte está el informarles de todas las competencias que el Juzgado y el Registro Civil ejercen –algunos trámites son de obligado cumplimiento para el ciudadano- por ello, con la colaboración del excelentísimo ayuntamiento, se ha publicado en su Web un apartado para darlas a conocer.
– Por último, a nivel personal, este nombramiento como Juez de Paz que también supone toda una responsablidad, ¿qué le aporta? ¿Considera que le causará más alegrías o dolores de cabeza?
Me aporta, sobre todo, relacionarme con las personas, luego actividad y conocimiento en materias que siempre me llamaron la atención y que nunca pude tener tan próximas debido a mi trabajo en Repsol.
Sin duda más alegrías que dolores de cabeza, las personas son agradecidas cuando notan que se les atiende aunque algunas peticiones no sean de nuestra competencia y se deriven a instancias superiores.
Hay un “pequeño trastorno” y es que el Registro Civil a efectos de defunción está abierto 24 horas y en ellas entran sábados, domingos y festivos y el Juez ha de tener disponibilidad para atenderlo…gajes del oficio.
