La alcaldesa y el presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, presidieron la clausura del primer curso sobre esta disciplina organizado por la Cámara de Comercio
Pablo Saiz de Quevedo · Ciudad Real El Museo López Villaseñor ha acogido esta tarde la ceremonia de graduación del I Curso de Sumiller organizado por la Cámara de Comercio de Ciudad Real, en el que se hizo entrega de su diploma acreditativo a los 19 alumnos que ha tenido esta actividad informativa, iniciada el 25 de abril y con un total de 80 horas lectivas. El acto ha sido presidido por la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, y por el presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, quienes han estado acompañados por el presidente de la Cámara Mariano León, y por el de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo, José Crespo.
En su discurso a los graduados, la alcaldesa ha reivindicado la apuesta del Consistorio que preside por potenciar el turismo de la capital, el cual ve “muy pujante” en estos momentos, y ha resaltado la importancia de apoyarse para ello en la gran calidad de los vinos de la provincia; en ese sentido, ha señalado a los nuevos sumilleres como pieza fundamental de esa estrategia, al ser ellos los encargados de servir el vino al cliente y, por ello, ser en buena medida responsables del recuerdo con el que el comensal se marchará de la provincia. Estas palabras entroncan con lo dicho por José Manuel Caballero minutos antes, al hablar de lo “fundamental” que es no sólo ofrecer un vino de calidad, sino asegurarse de que se sirve bien.
La alcaldesa también ha defendido la necesidad de quitarse de encima los complejos de inferioridad acerca de los encantos de la provincia, y de recordar que en Ciudad Real hay una gastronomía de calidad y digna de ser defendida; una defensa, ha añadido, para la que es necesario continuar apostando desde las instituciones por una formación de calidad.
Un mejor servicio
Se da la circunstancia de que uno de los 19 alumnos del curso ha sido el propio José Crespo, quien en su discurso a la promoción de la que forma parte ha puesto de relieve la necesidad de formación especializada como la que ofrece este curso para incrementar la profesionalización del servicio de sala. Éste es un terreno, ha explicado Crespo, en el que todavía queda camino por andar, pero en el que cursos como el de sumiller suponen un paso importante en la dirección correcta.
En el mismo sentido se ha expresado el presidente provincial al señalar que varios de los alumnos han llegado a este curso siendo ya conocedores del vino, lo que a su juicio prueba que la formación que en él se ha ofrecido ha sido de la máxima calidad, y al mismo tiempo hace de los nuevos sumilleres un ejemplo del “espíritu de superación” de los ciudadrealeños y unos auténticos embajadores de la provincia.
Mariano León, por su parte, ha agradecido a las instituciones su patrocinio de este curso, manifestando que la Cámara de Comercio que preside no tiene más vocación que ser un “instrumento al servicio de la provincia”.
Tras la ceremonia de clausura y la entrega de diplomas a los alumnos, se ha llevado a cabo una cata comentada para todos los asistentes.
