La tradición se llevó un año más a la virgen de Peñarroya patrona de La Solana al castillo de su nombre

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Virgen de Peñarroya-vivas del alcalde.Paulino Sánchez · La tradición se hizo realidad un año más en La Solana y el domingo siguiente a la festividad de San Antón la imagen de la Virgen de Peñarroya era trasladada desde la parroquia de Santa Catalina a la ermita del Humilladero, desde donde partía el lunes por la mañana hasta su Santuario en el Castillo de Peñarroya.

En la mañana del domingo concluía el novenario de despedida, que ha contado con la asistencia de infinidad de fieles, al igual que lo hicieron durante todos los días en los que la imagen permaneció al lado del altar mayor para ser despedida por los devotos, desde los más pequeños a los mayores.

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En la noche del domingo se inició el desfile procesional de traslado, que abría la cruz parroquial, el estandarte de viaje y la Banda Municipal de Música que a lo largo del itinerario interpretó diferentes marchas en el recorrido.

Los encargados de bailar las banderas en honor a la Patrona, en número superior a la docena, abrían paso al estandarte de gala con los faroles, a los que al igual que a la imagen daban guardia los alabarderos, entre los que marchaban el capitán de este año, Gabriel Jaime, la presidenta de la cofradía Gloria Uriel, así como otros directivos.

Las imágenes de la Virgen y el Chatillo, desfilaron en la carroza con el manto fusia, así como la corona real y un numeroso adorno floral, marchando detrás los párrocos de Santa Catalina y San Juan Bautista, así como las autoridades locales con el alcalde Luis Díaz Cacho y concejales de los grupos socialista y popular.

El recorrido se encontraba engalanado con numerosas colgaduras y en el mismo se escucharon infinidad de vivas a la Virgen y al Chatillo, siendo igualmente muchas las personas que permanecieron toda la noche acompañando a la imagen en la ermita del Humilladero en cumplimiento de promesas.

En la mañana del lunes se celebraron cultos en la ermita antes de la salida hasta el altar de la Plaza de Toros, acompañando la Banda Municipal, así como numerosos fieles al cochecillo de viaje, además de un grupo de caballistas. El acalde cerró el cochecillo tras lanzar al aire los vivas tradicionales, tras interpretarse el Himno de la Virgen y el de La Solana, marchando la imagen hasta su Castillo, de donde volverá a La Solana el segundo domingo de septiembre.

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