Los aficionados abarrotaron los Jardines del Prado y el Antiguo Casino en una III edición de Manchacómic que mejora en organización del espacio y mantiene el nivel de invitados
Pablo Saiz de Quevedo · Ciudad Real Hace tan sólo unas horas que el Antiguo Casino de Ciudad Real volvía a su habitual tranquilidad, poniendo así fin a tres días de frenética actividad relacionada con el mundo del cómic y todo lo que gira a su alrededor. Entre las cinco de la tarde del viernes 7 y las nueve de la noche del domingo 9, centenares de aficionados al cómic en todas sus formas y de todas las edades pasaron por las salas del edificio para disfrutar de las actividades y exposiciones del IIIer Salón del Cómic de Castilla-La Mancha, Manchacómic. A falta de un balance con cifras en la mano, la sensación general es que la feria dedicada al noveno arte no sólo ha mantenido el nivel respecto a las ediciones previas, sino que ha mejorado en aspectos como la organización y el aprovechamiento del espacio.
Esto ha sido así gracias a la ampliación de los terrenos de Manchacómic a los colindantes Jardines del Prado, que durante los tres días de la feria sirvieron de espacio para las diversas tiendas que han acudido a ofrecer los más diversos productos relacionados con el cómic y otras aficiones aledañas, como los juegos de mesa o los videojuegos, y que gozaron de una masiva atención por parte del público asistente.
De ese modo, el interior del Antiguo Casino ofreció espacio más que sobrante a los autores que acudieron a Manchacómic a vender sus dibujos originales, para los torneos de juegos como ‘Warhammer 40.000’, ‘Infinity’, ‘Force of Will’ y ‘Pokémon TCG’ que se desarrollaron sin cesar en el vestíbulo central del edificio durante los tres días, y para las conferencias y encuentros con autores que tuvieron lugar en la sala Carlos Vázquez con invitados de la talla de los autores locales Lady Grey’s Kingdom (dibujante de Patio de Comedias) o Raúl Sierra (ganador del Premio Manchacómic 2015 por ‘Laura’), Xian Nu Studio (‘Eres mi Otakufreak Love’, ‘Bakemono’), Julián López (‘Hoy me ha pasado algo muy bestia’), Kenny Ruiz (‘Dos Espadas’) y, sobre todo, el veterano Rafael López Espí, uno de los grandes dibujantes clásicos del cómic español y en cuyo homenaje se inauguró el 3er Manchacómic.
Ni siquiera el sótano del Casino fue desaprovechado, pues la Asociación Manchega del Videojuego Gamuza lo ocupó con sus consolas clásicas y modernas, cuyo éxito desbordó a los propios organizadores. Tampoco lo fue la sala de exposiciones, que además de ofrecer la tranquilidad necesaria para organizar varios talleres de manualidades, sirvió de soporte para exponer algunos de los mejores dibujos de López Espí, Julián López y José María Martín Saurí (‘La Odisea’).
Más allá del Casino
Como el año anterior, el Museo de la Merced también ha servido de sede aledaña para exposiciones y charlas, siendo especialmente reseñables las dedicadas a la representación en los cómics de las mujeres que vivían en el Imperio Romano, y la Asociación de Recreación Histórica Alfonso X el Sabio representó con todo lujo de detalles la insurrección de Varsovia en la Plaza de los Mercedarios y la liberación de París de los nazis en los Jardines del Prado. También hubo tiempo para que los aficionados al cosplay se disfrazaran de sus personajes de ficción favoritos y participaran en el concurso de esta actividad, celebrado el último día del salón. No fue éste, por cierto, el único concurso: también hubo sendos trivials dedicados al cómic y su mundillo y a adivinar series o películas por la banda sonora, así como torneos de videojuegos (organizados por Gamuza) y de juegos de mesa.
Al final, llegada la hora de clausura, la sensación que quedaba en el aire era la de haber vivido tres días agotadores pero excitantes, llenos de todo el colorido y fantasía que contienen la mente de los autores de cómic, pero sin las excesivas aglomeraciones que a veces se producían en las ediciones pasadas; eso, y el deseo de estar presentes para la cuarta edición.
