Se trata de la segunda recopilación de poemas del autor, publicada bajo el epígrafe de ‘Las crónicas de Ava’
Pablo Saiz de Quevedo · Ciudad Real Esta tarde, el Antiguo Casino de Ciudad Real ha sido punto de encuentro para la poesía gracias a la presencia del escritor, poeta y orador Álvaro Villa Andre, quien ha venido a la capital invitado por la Asociación para la ayuda a las personas con Parálisis Cerebral de Ciudad Real (Aspacecire) a presentar su segundo libro de poemas, ‘Pelo mandarinas para ti’. Acompañado por la concejala de Acción Social, Matilde Hinojosa, Villa André ha hablado de su obra, la segunda que publica en papel, y agrupada con la anterior dentro del epígrafe ‘Las crónicas de ‘Ava’.
El poemario, ha explicado el autor, separa sus poemas en ocho partes diferenciadas, estando la primera de ellas centrada en el erotismo y la seducción, una temática cuyo tratamiento en prosa ya le valió ser ganador de la tercera edición del Concurso de Micro-Relatos Eróticos de Tuppersex Andalucía; abordándola, Villa André hace una “pequeña reivindicación” de que “las personas con discapacidad también tienen vida sexual”. La segunda parte consta de poemas sobre la tristeza y el dolor, aspectos de la vida que él reconoce utilizar como “fuerza creativa” en numerosas ocasiones.
La tercera parte del poemario trata del amor, que define como otro aspecto imprescindible de la vida, y la cuarta habla de sus vivencias personales, en especial las referidas a la convivencia con personas con trastorno obsesivo-compulsivo, epilepsia o esquizofrenia. La quinta parte de ‘Pelo mandarinas para ti’ se centra en el universo y en la espiritualidad, poniendo en sus poemas sus creencias personales sobre “la fuerza que nos mueve”; la sexta va a una profundidad todavía mayor, entrando en lo que el poeta llama su “espacio cero”, esa zona íntima y personal en la que las personas se refugian “para coger nuevo impulso”.
En la séptima parte, los poemas de Álvaro Villa André tocan otros aspectos de su vida, como su labor como orador motivacional y organizador de talleres de poesía, escritura y danza inclusiva, así como compositor musical. Es en la octava y última, por fin, en la que habla del quehacer poético en sí; algo a lo que se dedica de manera regular, explica, desde 2010 a través primero de su blog personal y luego de los libros que ha publicado bajo el epígrafe de ‘Las crónicas de Ava’, pero que comenzó a practicar a los 18 años, recién regresado de la Alemania en la que pasó su infancia y adolescencia a su Vigo natal, al principio en alemán y luego en español.
Para el autor, residente en la actualidad en Granada, es la primera vez que visita Ciudad Real, con la que se confiesa encantado por la ambiente acogedor y tranquilo que, a su juicio, se respira en sus calles: “uno merece vivir aquí”, resume, agradeciendo de paso a Aspacecire y al Ayuntamiento de la capital su calurosa acogida.
