Redacción · Daimiel (Ciudad Real) · El escritor daimieleño, Miguel Galanes, la presentó como una epopeya que le ha tenido enfrascado en la escritura los últimos doce años. El Espacio Fisac acogió una puesta de largo donde el autor leyó algunos pasajes del ejemplar cuya historia discurre desde los años cuarenta a la actualidad teniendo a la naturaleza como su protagonista. El alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, y la concejal de Cultura, Lourdes Cencerrado, apoyaron la presentación del libro.
Miguel Galanes presentó este viernes en el Espacio Fisac su primera novela “Cauce de la desolación”, editada por Ediciones C&G. Un acto en el que estuvo acompañado por el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, la concejal de Cultura, Lourdes Cencerrado y su amigo poeta e historiador, Francisco Caro.
Sierra tuvo palabras de admiración y reconocimiento para el autor, al cual describió como “sinónimo de gentileza, de saber estar y de aliento poético”. Para el primer edil, Miguel Galanes es una mirada escrita a lo que le rodea, y sobre todo, es daimieleño, un lujo para Daimiel. Tuvo palabras de halago hacia la novela del autor local al que le deseó el mayor de los éxitos en su primera incursión en prosa. Un libro, que se comprometió e invitó a leer, aludiendo al “gran escritor” que es Galanes, “el cual -agregó- desde hace ya tiempo forma parte de la familia de grandes artistas de la que dispone Daimiel y que con tu novela se engrandece aún más”.
La presentación cerró un ciclo de actividades adscritas a las Jornadas del Libro que destacó la concejal de Cultura subrayando que “desde la delegación pretendemos dar difusión y apoyo a todas las disciplinas culturales, más si cabe cuando se trata de artistas locales, a los que agradecemos sus obras y esfuerzo, ya que con ellas suman un granito de arena más a nuestro patrimonio artístico y cultural”.
Junto a ellos, el amigo y poeta del protagonista analizó y explicó el origen de la novela, situándola en 1997 cuando el daimieleño publicara el libro de poemas ‘Añil’ en el que incluyó un poema alusivo al Guadiana que decía “esto fue un río, esto es el cauce de la desolación”. Asimismo paseó por algunas de las coordenadas de la novela sin desvelar sus tramas, donde reconoció que “Galanes es el novelista que se necesitaba”.
Como en toda su producción, la naturaleza, y pudiera ser también, el singular entorno natural de Daimiel, son referentes destacados en la historia y principales protagonistas. De esta forma el escritor afirmó que esta epopeya, como él mismo definió a su novela, le ha tenido enfrascado en la escritura durante los últimos doce años.
En ese tiempo, Galanes afirmó haber desarrollado un compromiso moral y ético de un hombre que escucha y recopila información y que después intenta expresarla a su manera, “mezclando realidad y ficción, verdades y mentiras y así analizar la realidad misma, sin juzgarla, bajo mi consciencia y voluntad moral”.
Asimismo, reconoció que “en cada uno de los personajes de ‘Cauce de la desolación’ hay algo de mí, como en ellos también hay parte de mi persona”. La novela transcurre desde los años cuarenta hasta la actualidad a través de tres generaciones como reflejo de las sociedades que representan cada una, “por lo que los lectores se sentirán identificados con todos y con ninguno”.
Pese a lo que pueda parecer, Galanes concluyó afirmando que con ‘desolación’ lo que pretende es “dar un empuje desde la nostalgia hacia un futuro mejor”. Tras ese encriptado mensaje de esperanza, finalmente realizó un amplio apartado de agradecimientos a todos los que le han ayudado e inspirado en la escritura, dirigiéndose muy emocionado a su mujer y finalizando el acto con la lectura de algunos pasajes del libro.
