La Puerta de Toledo

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Ejecutiva local del PSOE de Ciudad Real ·  El pasado 17 de febrero se cumplieron cien años de la declaración de la Puerta de Toledo como Monumento Nacional, efeméride que se publicó en la Gaceta de Madrid (BOE de entonces) el 17 de febrero de 1915.

Este hecho ha pasado sin pena ni gloria, ya que los gobernantes actuales del PP han estado muy ocupados con las protestas de los policías locales, las multas a los coches fúnebres que no pueden aparcar un rato donde deben, en achicar las balsas de agua que nos incordian en cuanto llueven dos gotas, en jugar a pinto pinto sobre las respuestas a las preguntas de la Oposición o leer en la prensa cómo las empresas formadas al calor de la Universidad se marchan de Ciudad Real sin que nadie lo remedie.

Tanto tiempo en el poder, ha hecho que estén por encima del bien y del mal, arremolinados en torno la nueva/vieja candidatura de Rosa Romero a Regidora de nuestro Ayuntamiento que se desvive en indicarnos que “quiere seguir de Alcaldesa en las mismas condiciones que ahora” y que no quiere debates, “que son un guirigay”. ¿En las mismas condiciones que ahora?; eso significa que peleará por mantenerse de Diputada en el Congreso Nacional y que ha anunciado la “buena nueva” de su candidatura municipal cuando se ha asegurado esa condición. ¿Dedicación a Ciudad Real?; a tiempo parcial, como hasta ahora.

El resto de las situaciones que interesan a los ciudadanos le da igual, aunque tenga que prometer en falso, una y otra vez, que va a acabar las interminables obras de la Puerta de Toledo. De hecho, ya se está deteriorando la rehabilitación que se hizo hace un par de años, con unos materiales descontextualizados del monumento histórico artístico en cuestión.

Creemos que el centenario de la declaración de la Puerta Toledo como Monumento Nacional, debería haber merecido más atención por parte de la ausente Sra. Romero.

Finalmente, y al calor de este recuerdo histórico, nos permitimos reivindicar la correspondiente reclamación oficial a los restauradores de la Puerta de Toledo, pues los efectos del deterioro ya son visibles, lo que no se ve lógico ni profesional.