oretania.es · El día grande del san Juan Bautista de la Concepción se ha vuelto a celebrar este sábado 14 de febrero con solemnidad y alegría en Almodóvar del Campo, la localidad que le vio nacer un 10 de julio de 1561. Los actos, organizados un año más por la Hermandad de los Santos, se habían iniciado con el tradicional novenario, cuyo triduo final estuvo predicado por el padre carmelita Lucio del Burgo, tomando así el relevo al párroco Juan Carlos Torres. La función central de este mediodía ha estado ya presidida por el trinitario padre Sergio García Pérez, llegado para la ocasión desde Alcázar de San Juan y el cual ha desarrollado una homilía centrada en la infancia del santo.
Por la tarde, a las siete en punto, partiría del mismo templo parroquial ‘Nuestra Señora de la Asunción’ la procesión de este otro patrón. Con los acordes musicales de la banda de la Escuela Municipal de Música, el desfile discurriría por las calles del casco histórico, para de vuelta a la iglesia en la Plaza Mayor, hacer el tradicional alto junto a la capilla de su casa natal, a apenas unos metros del inmueble en el que se alojó santa Teresa durante su estancia en la población manchega.
En los días previos de novenario, ciclo religioso en el que se bendicen los típicos bastones de los santos con que la Hermandad agasaja a los feligreses, también tomaron parte activa los más pequeños junto a sus respectivos colegios ya durante el triduo.
Por su parte, el apartado más lúdico lo ponían los vecinos del santo, que nuevamente organizaron la tradicional candelaria en su honor, en la confluencia de las calles San Juan Bautista de la Concepción y San Miguel, en tanto que agasajaban con ‘limoná’ y aperitivos a la multitud de personas que por allí pasaron en la noche fresca del pasado viernes y que también quisieron rendir honores al patrón en su propia capilla.
Charla teresiana 
Este año, con motivo del quinto centenario de santa Teresa, la localidad también ha querido ser testimonio de la vida y obra de esta gran mística española. Por ese motivo, desde la Parroquia se han planificado varias charlas monográficas a desarrollar a lo largo de este 2015 y la primera de ellas se celebraba el pasado viernes, en el marco de las jornadas preparatorias de la fiesta de san Juan Bautista de la Concepción.
La cita tenía lugar en el templo dedicado a la Virgen del Carmen, donde Almodóvar del Campo tiene dedicada una pequeña capilla a esta santa que visitó en vida la localidad y que, siendo niño Juan Bautista, pronóstico la importante trascendencia que para la religión tendría de adulto, como finalmente acabaría siendo al reformar la Orden Trinitaria a la que pertenecía.
El almodovareño padre carmelita Lucio del Burgo Naranjo, predicador del triduo novenario previo al 14 de febrero, fue la persona que ofreció la interesante charla en la que abundó en las similitudes existentes entre ambos santos. Lo hizo en dos partes, una primera en la que incidió en las vivencias compartidas con otros carmelitas compatriotas del santo almodovareño durante su estancia en el convento carmelitano de Santa Maria della Scala, en Roma. “Todos ellos participan de un amor común hacia santa Teresa; charlaban y oraban en su nombre”, indicaba el ponente ante un público que siguió muy atento sus palabras, entre ellos responsables de las hermandades de los Santos y de la Virgen del Carmen.
Pero, como expuso este estudioso de la obra del reformador de la orden fundada por san Juan de Mata, entre todos ellos sobresalía san Juan Bautista de la Concepción. “No hay santo en la Iglesia Católica con una devoción tan grande hacia esta santa”, algo que, añadió, se puede apreciar repasando sus obras completas. Es ésa la fuente de donde ofreció la segunda parte de su intervención, centrada en los paralelismos concurrentes en una y en otro, más allá del amor a los pobres y a los necesitados que ambos también profesaban.
Analogías que pasan, conforme dijo el padre Lucio, por algo común a todos los místicos como es el tener por epicentro de su vida la persona de Jesús. También el hecho de amar a una “iglesia misionera”; el dar mucha importancia a la cultura en una comunión perfectamente compatible con la espiritualidad; la “experiencia profunda” de Dios; la oración y ser ambos grandes oradores; o el humanismo. En definitiva, el interviniente reconoció que la santa abulense “iluminó, inspiró y ayudó” en la importante labor emprendida por el santo natural de Almodóvar del Campo, tanto en el seno de su orden como en el conjunto de la sociedad que le tocó vivir.
La próxima charla teresiana tendrá lugar coincidiendo con las fechas de celebración de la fiesta de san Juan de Ávila, ya el próximo mes de mayo.
