Ayuda en Acción se empeña en la inclusión social de 300 escolares en Puertollano gracias a la Fundación Repsol

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imageOretania.es · Repsol, a través de su Fundación, con la mediación de su Complejo Industrial de Puertollano y el saber hacer de la ONG Ayuda en Acción, ha iniciado en la ciudad manchega un interesante programa de integración para unos 300 escolares cuyas familias cuentas con menores recursos, estando expuestas a riesgos de exclusión social y de absentismo escolar.

Los colegios públicos ‘Doctor Limón’, ‘Cervantes’ y ‘Rodríguez Marín’, en barrios tradicionalmente con mayores cotas de marginación, son los centros cuyos respectivos profesorados también están seriamente implicados en la acción.

Básicamente, el propósito de este proyecto de apoyo a la infancia que Ayuda en Acción lleva ya a cabo en varias autonomías pasa, a corto plazo, por paliar necesidades básicas y garantizar una adecuada alimentación a través de desayunos saludables, facilitar el material básico educativo y programas de ocio y tiempo libre, a la par que contribuir a fomentar una educación que promueva valores.

Unos alicientes que no han pasado desapercibidos para la Fundación Repsol, que ya venía apoyando esta acción en otras ciudades donde tiene presencia y a la que ha querido sumarse ahora el Complejo puertollanero.

Su director, José Luque, se mostraba especialmente ilusionado por ofrecer esta oportunidad en la ciudad manchega, agradeciendo la “pasión” que demuestra Ayuda en Acción, la “sensibilidad” de la Fundación Repsol y el “interés” de los centros docentes y particularmente de sus directores.

Javier Inclán, responsable del área Social e Institucional de la Fundación, reivindicó “la energía social” que Repsol demuestra con este tipo de acciones. Y auguró que, fruto de este programa de apoyo a la infancia en riesgo de exclusión, “habrá una nueva generación de vecinos con igualdad de oportunidades, capaz de construir el Puertollano del futuro y una sociedad mejor”.

imageLa aportación que Fundación Repsol hace a este programa asciende a los 50.000 euros, según expuso su representante.

Marta Marañón, directora de Relaciones Institucionales de Ayuda en Acción, dio cumplida cuenta de este proyecto que se empezó a realizar en otros sitios del país hace tres años, ante las grave situación que muchas familias empezaban a tener a consecuencia de lo prolongado de la crisis económica y la falta de oportunidades laborales o de ingresos de cualquier tipo.

En Puertollano la acción daba comienzo con el actual curso académico, entregando material escolar y deportivo a todos los beneficiarios y ofreciendo desayunos saludables y completos en los colegios ubicados en los barrios de Las Mercedes y Cañamares.

La oferta de ocio extraescolar, con propuestas que permiten a los escolares convivir con otros alumnos y conocer otras realidades sociales para potenciar así su inclusión social, alcanza también al centro de Cañamares. Una medida que se está articulando fundamentalmente a través de distintas excursiones a lugares de interés fuera de Puertollano.

Los beneficios del proyecto conocerá los primeros resultados cuando alcance unos tres años, con vistas a tomar decisiones de futuro sobre la continuidad de la experiencia.

Marañón reconoció el interés de la organización por mantener este proyecto, si bien “tampoco es bueno estar toda la vida”. Y es que, “no nos gusta generar dependencia, aunque concebimos la labor a medio y largo plazo porque se consigue una mayor eficacia fortaleciendo las capacidades”.

Como beneficio colateral, el programa de Ayuda en Acción busca “la involucración de las familias”, bien fomentando la creación de AMPA’s allí donde no existen y haciendo que los padres contribuyan también a frenar el absentismo de sus hijos. Con ello y haciendo de los colegios el perfecto catalizador social de cada barrio, se acaben generando cuantas oportunidades permitan a las familias dejar atrás su situación de vulnerabilidad.

A la hora de decidir la puesta en marca de la propuesta en cada uno de los cetros escolares, se valoró primero hasta qué punto el claustro de profesores se identificaba con la filosofía del proyecto y estaba dispuesta a implicarse. “Los colegios son nuestros socios locales y los que identifican las familias que tienen las necesidades a cubrir con nuestro proyecto”, apuntaba Marañón.

imageY sobre este particular Marcos López, director del CEIP ‘Doctor Limón’ ofreció el punto de vista más pragmático. Por eso, haciendo también de portavoz de sus colegas del ‘Cervantes’ y del ‘Menéndez Pelayo’, Jesús Muñoz y María de Gracia respectivamente, destacaba la “ilusión y esperanza” con que vieron que realmente éste era un proyecto serio y con respaldo económico. Sobre todo cuando “en el año 2012 nos empezamos a ver afectados por los recortes”.

El director indicaba existen familias con “muchas carencias” y en casos muy particulares se ha tenido que ir, incluso, personalmente a las casas para tratar de escolarizar a algunos niños.

Por lo demás, López Montero ilustraba los primeros frutos constatables entre algunos escolares, como la “sorpresa de algunos que por primera vez subían al autobús” o la posibilidad que tenían de visitar sitios como el estadio Santiago Bernabéu. Y como otras posibilidades de ocio alternativo, la posibilidad de su centro de realizar un taller de poesía para hacer otras cosas diferentes, “dando una salto de calidad que rompa con la rutina”.