La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), como sindicato más representativo en las administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado, ofreció el pasado viernes a la dirección del Grupo Tragsa la posibilidad de reincorporar a los 555 empleados despedidos en el marco del ERE, ante el previsible incremento del volumen de actividad de la empresa.
CSI·F plantea la creación de una comisión en la que estaría representada la empresa y los sindicatos, que permitiera hacer seguimiento de las personas afectadas por el ERE y primar su contratación llegado el caso, además de establecer mecanismos de formación a este colectivo.
La empresa ha trasladado a CSI·F su intención de estudiar esta propuesta nuestra y como sindicato y en el marco de nuestra responsabilidad, mantendremos todas las reuniones que sean necesarias con la empresa para dar una solución a los trabajadores que fueron despedidas en el marco del ERE que se ejecutó este mes de enero.
CSI·F agradece a los trabajadores la confianza que depositan en nuestra labor, así como el compromiso demostrado durante estos meses de conflicto, en el que el este ERE respondió a un cambio de modelo empresarial, con despidos de personas con 40-50 años de edad y una media de 20 años trabajados, a los que se pretende sustituir con condiciones laborales más precarias
El pasado 21 de enero, Tragsa informó a su plantilla que da por finalizada la aplicación del Procedimiento de Despido Colectivo en las empresas Tragsa y su filial Tragsatec, después de meses de movilizaciones por parte los trabajadores, con el respaldo de las organizaciones sindicales.
Mejora de resultados
CSI·F reclamó una medida ‘de gracia’ al Gobierno, como responsable último de la empresa, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales-SEPI, teniendo en cuenta que la actual situación económica de la empresa refleja una previsión de beneficios de 2 millones de euros en el ejercicio 2015 y un incremento de la producción del 63%, respecto al año pasado (660 millones de euros).
Para CSI·F, las circunstancias económicas que motivaron el ERE han cambiado de manera sustancial respecto a 2013, cuando se registraban pérdidas.
La empresa así lo ha reconocido, por lo que CSI·F intensificará la interlocución y mantendrá las medidas de presión necesarias para favorecer la reincorporación de los despedidos.