El pasado día 2 de febrero los trabajadores del Edificio de Servicios Múltiples de la capital, dependiente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, volvieron a sufrir un nuevo susto, al comprobar que parte del techo de un cuarto de baño se había desplomado, desprendiéndose ladrillos y residuos de albañilería, que solo gracias a las horas intempestivas en las que ocurrió (por la noche) evitó una desgracia personal.
CSI·F ha denunciado en múltiples ocasiones que a lo largo de estos años, los empleados públicos destinados en dicho edificio, más de 800, vienen asistiendo a su jornada laboral con recelo y temor, producido por el lamentable estado en el que se encuentra.
El sindicato denuncia los cientos de miles de euros que lleva gastados la Administración Pública, con destino a una empresa privada, en el andamiaje situado en la calle Tinte de la capital. Este andamiaje, acompañado de tablones sueltos, lonas rasgadas y estructura combada, fue colocado por el riesgo evidente que se producía como consecuencia del desprendimiento del cristal de algunas ventanas. Hasta la fecha no se ha efectuado ningún tipo de reparación definitiva que asegure un buen estado de conservación y carente de peligro para los viandantes de esta zona.
Este suceso denunciado hoy no es el más grave en los últimos tiempos. En el año 2012, CSI·F denunció igualmente las numerosas grietas que aparecieron en el edificio y que podrían suponer un riesgo evidente en la seguridad de trabajadores y usuarios.
Es más, a día de hoy la Administración tampoco ha hecho público ninguno de los informes solicitados por este sindicato con motivo de dichos sucesos. Este riesgo se ve seriamente agravado por la sobrecarga que sufre la edificación, debida al número de personal de usuarios y trabajadores y de archivos que en la mayoría de las ocasiones ocupan hasta los pasillos por la falta de espacio.
En el pasado año 2009 también se denunció que las ventanas incluían en su composición amianto, famoso por su peligrosidad y efectos nocivos para la salud.
Dejadez
CSI·F quiere denunciar la dejadez e incompetencia de los diferentes gobiernos regionales (incluido el actual que hace oídos sordos) y el continuo traslado del problema de una a otra legislatura, eternizándose y agravando el riesgo año tras año que hace temer una posible desgracia.
Desde el sindicato exigimos una solución rápida y eficaz que acabe por resolver de una vez por todas, el deplorable estado del inmueble que asegure la seguridad y salud no sólo de los empleados públicos, sino también el cientos de usuarios que diariamente acuden al centro para gestiones privadas.