María José Aguilar, responsable del área de Migraciones y Consejera Ciudadana regional de PODEMOS Castilla-La Mancha · Con motivo del segundo aniversario de la tragedia de El Tarajal varias organizaciones entre las que se encuentran CEAR, Amnistía Internacional España, Red Acoge y otras 17 organizaciones se unen a las familias de las víctimas que llevan dos años esperando verdad, justicia y reparación, así como la identificación de todos los cadáveres.
Desde Podemos Castilla-La Mancha nos sumamos a sus exigencias. Aquel 6 de febrero, saldado con 14 personas muertas y un desaparecido, cerca de 200 personas intentaron entrar en Ceuta, 90 de ellas lograron alcanzar la zona española de la playa del Tarajal. Les causamos un 16% de bajas mortales y un 25% fueron ilegalmente devueltas a las autoridades marroquíes con gran satisfacción por parte del Ministro del Interior Jorge Fernández Díaz y del Gobierno de Mariano Rajoy Brey que le acompañaban en aquellos momentos.
Aquel día pasará a ser uno de los capítulos más tristes y vergonzosos de nuestra historia reciente y no solo por los terribles hechos relatados, sino por nuestra incapacidad colectiva de dar respuesta en justicia a nuestra propia barbarie. El drama del Tarajal pone al descubierto los oscuros métodos con que la derecha viene abordando la cuestión de la frontera Sur llegando a la modificación legislativa, a posteriori, de la Ley de Extranjería y la Ley Mordaza para intentar justificar lo injustificable por parte de un Gobierno a quien no le preocupan las condenas de tribunales internacionales al reino de España por sus ilegalidades. Otros seremos los que tengamos que hacer frente a la vergüenza de sabernos un estado reprobado.
Desde PODEMOS Castilla-La Mancha sabemos que nada bueno se puede esperar de quienes hicieron del incumplimiento de sus compromisos su acción de gobierno y de la impunidad una costumbre de la que les vamos despertando. Deberá ser el próximo gobierno de coalición y progreso quien tenga la responsabilidad de cerrar, en términos humanitarios, las numerosas heridas que dejaron.
Este 27 de febrero y en toda Europa se está organizando desde la ciudadanía la exigencia de un pasaje seguro y la garantía de los derechos humanos de las personas refugiadas que llegan a nuestros países. Participaremos con toda la intensidad y alegría de ser parte de una causa justa. Por otra parte tenemos que empezar a plantear la necesidad de marcar plazos y cantidades de acogida.
Ya está bien de generalidades vacías y compromisos para incumplirlos mientras la gente muere a nuestras puertas. Este será el mejor homenaje a aquellas víctimas con el recordatorio al gobierno de turno, sea el que sea, que el refugio es un derecho y que el Mediterráneo debe dejar de parecerse a las cunetas españolas.