En señal de homenaje oretania.es rescata una entrevista realizada el 14 de mayo de 2015 al poeta Nicolás del Hierro: “Hoy existe en La Mancha una serie de poetas muy dignos”

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Oretania de Cultura

Nicolás del Hierrooretania.es · Poeta hecho a sí mismo. A sus diez años, tras el fallecimiento de su madre, cumpliendo el padre una promesa que le prometiera a aquélla, le aparta del colegio y lo coloca en el estanco de un tío abuelo. Después muchas lecturas que suplen al haber oficial de la enseñanza. Aunque se sabe poco amigo de certámenes, está en posesión de más de un centenar de premios, pero la distinción que más considera es la elevara en el pleno el Ayuntamiento de su pueblo natal al crear, el 17 de abril de 1997 un premio a un libro de versos, que ya ha superado su XVII edición.

Nacido en Piedrabuena, Ciudad Real (1934), reside en Madrid desde sus 20 años. Tiene publicados diecisiete poemarios, tres novelas, tres volúmenes de cuentos y cuatro antologías.  Entre los primeros destacaríamos “Muchacha del Sur” (premio Puerta de Bisagra),  “Lectura de la niebla” (accésit del Alfonso VIII, Cuenca, 1999) y “Dolor de ausencia”. Entre las novelas “El Temporal” (accésit del premio C. Real), “El oscuro mundo de una nuez”, (premio de La Crítica Castilla-La Mancha 2004). De igual modo podemos destacar en narrativa breve “Ojos como la noche” y “Una ventana abierta”, a la par que y en selección del verso: “Antología de la Poesía Cósmica de José Hierro y Nicolás del Hierro” (Frente de Afirmación Hispanista. Méjico), y “El color de la tinta. Poesía 1962-2012”, (Ediciones Vitruvio).

¿Cómo fueron sus comienzos en la literatura?
Leer, leer y escribir son los cimientos que suponen el origen aquel medio centenar de poemas que amarillea en las viejas carpetas, hasta que nace “Profecías de la guerra” (1962), un poemario digno que fue muy bien acogido por crítica y cenáculos madrileños

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¿Puede explicarnos el título de su último libro ‘Una ventana abierta’ y la esencia del él?
Intento imaginar que esa ventana es “Una ventana abierta” al mundo, porque, hombre realista, necesito el mundo para cimentar mi palabra escrita; pero, eso sí, un mundo siempre, o casi siempre, mejorado y pleno de un ideal armónico y social. El que lo consiga o no queda en la opinión de los lectores.  

¿Qué le da la poesía frente a la narrativa?
Me considero, y así creo se me estima, principalmente poeta. De hecho gran parte de mi palabra escrita está cargada de lirismo, pienso que sólo hay que leer mi prosa.

¿Qué concepción tiene de la poesía? ¿Qué meta debe alcanzar este arte y qué puede o debe cambiar?
La poesía, como la sociedad, cambia con los tiempos. Yo necesito la sociedad y su paisaje para cimentar mi obra, del mismo modo que necesito el paisaje humano para intentar mejorarlo. Lo peor es desfallecer en el intento.

Ha logrado numerosos premios literarios. ¿Cree que esos poemas que le consagraron ganador fueron sus mejores poemas?
Sencillamente, no. Además no me convence plenamente la palabra consagración en las manifestaciones artísticas. Siempre hubo y habrá ángeles caídos y genios que surgen tras encontrarse los autores bajo tierra. 

¿Cómo ha cambiado su lenguaje poético a lo largo de los años?
El vocabulario del escritor ha de cambiar como cambia el de la calle; pero aquél siempre de forma estética, anticiparse en tema y palabra. De ahí el valor de los clásicos, incluso de los que están más cerca de nuestro tiempo como son algunos de la Generación del 98 y el 27.  

¿En qué medida existe una relación entre la literatura y los principios éticos, morales y sobretodo sociales?
Para mi obra, si es que tiene algún mérito, lo es en un tanto por ciento muy elevado. Ya he dicho que, como las plantas, me nutro de la tierra, y como el hombre que busca la virtud huyendo de vulgarismos, suelo sustentarme en la calle.

¿Cómo es su propio proceso a la hora de escribir poesía?
Hay quien, desde siempre, asegura que los dos primeros versos los  escriben Dios o el Demonio. Después es trabajar el tema y la palabra al ritmo del poema, tocando y retocando. Si esto es proceso, así lo utilizo.

Participa desde hace algunos años en los encuentros Oretania de poetas, ¿Qué opinión le merece ese proyecto cultural?
Sí, lo hago desde su origen. Mi opinión cultural sobre la misma se crece en positivo, si bien considero que cuando el número de participantes aumenta, debería restringirse. Con sinceridad y en otras palabras, ser más exigente en su selección. Pero conste que yo estoy respondiendo como autor y  que jamás dudo que la editorial halla en ello ese “grano que hace granero”.

¿Existen los poetas de La Mancha? ¿Se puede decir que hay una poesía manchega?
Afortunadamente hoy existe en La Mancha una serie de poetas muy dignos, no así todos, porque esto es imposible. Pero aquellos elegidos por el don de la palabra pueden competir con los mejores de nuestra lengua.

¿Cómo ve actualmente la literatura, y en particular la poesía, en nuestra provincia?
Casi podrían valer para la pregunta anterior, las respuesta citadas previamente. Pero añadiremos que igual que hay muy buenos poetas en nuestra región, no podemos considerar una poesía netamente originaria. Afortunadamente todo ser tiene su pensamiento y cada cual es dueño de su mente.

¿Qué escritores le han influenciado y cuáles son los que más aprecia?
Si no cambiamos de lugar, no hallamos en los paisajes transformación alguna; por eso, como poeta humano y social que me considero, vuelvo a la sociedad y a su exigencia, incluso a su virtud. Procuro que a la palabra no le falte su estética ni la musicalidad de los acentos y el contenido de su significado. Siempre tengo presente que la poesía y la música son hermanas gemelas.

¿Nos puede adelantar algo sobre su próximo proyecto?
Como cualquiera que se precie, a todo escritor le queda algún libro inédito. Yo no soy una excepción, los tengo en verso y en prosa, pero mi próxima salida en imprenta, será esta última y con una novela ambiental.

¿Qué consejo daría a los que se están iniciando en la poesía?
En nuestra tierra de Sanchos y Quijotes, es decir, refranera, suele aseverarse que “nadie escarmienta en cabeza ajena”, por eso me van a permitir, usted y los lectores, que ni entre ni salga en materia de consejos.- “Cada uno es artífice de su ventura”.

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