Traumatólogos del Hospital de Ciudad Real realizan con éxito el primer reemplazo total de fémur que se hace en Castilla-La Mancha

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Ciudad Real · El equipo compuesto por los doctores José Javier Domínguez y Luis Pages, traumatólogos de la Unidad de Cirugía Ortopédica y Tumores Óseos del Hospital General Universitario de Ciudad Real, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha realizado con éxito el primer reemplazo total de fémur. Una cirugía muy compleja que se hace por primera vez en Castilla-La Mancha. Se trata de sustituir el hueso dañado por una prótesis modular de una aleación de titanio que se prolonga desde la pelvis hasta la rodilla. Es una intervención complicada y muy agresiva que implica la extracción completa del fémur respetando las inserciones musculares, los nervios, el aporte vascular y las grandes arterias.

Antes de la intervención se requiere un estudio individualizado y una planificación muy exhaustiva, ya que son prótesis modulares que responden a las medidas y características concretas de cada paciente. La intervención, que duró más de ocho horas, contó con la participación de varios especialistas en Cirugía Vascular y Anestesia que acompañaron en quirófano a los dos traumatólogos responsables de la Unidad.

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Según ha explicado el coordinador de la Unidad de Cirugía Ortopédica, la gran ventaja que se obtiene con esta prótesis es que “de no someterse a una cirugía de este tipo, el paciente estaría abocado a la desarticulación completa”. Así, tiene la posibilidad de volver a caminar y tener una calidad de vida que le permita ser totalmente autónomo, ha dicho Domínguez.

Tras la operación, es necesario recibir sesiones de rehabilitación hasta alcanzar el máximo grado de movilidad con la prótesis. Pasada una semana de reposo, el paciente comienza a caminar con apoyos hasta tener plena estabilidad, ha añadido Pages.

Para realizar este tipo de intervenciones, poco habituales, se requiere una amplia formación,  “mucha especialización y manejo en todos los campos que implica la especialidad en Traumatología”, ha subrayado el coordinador de la Unidad de Cirugía Ortopédica y Tumores  Óseos.

La puesta en marcha a mediados del año 2015 de este recurso integrado en el servicio que dirige el doctor Pedro Zorrilla, ha sido “un punto de inflexión”, ya que permite incorporar nuevas técnicas y responder a las necesidades de muchos pacientes que anteriormente había que derivar a otras Comunidades Autónomas para un tratamiento especializado, ha explicado Domínguez.

Un referente en Castilla-La Mancha

La Unidad de Cirugía Ortopédica y Tumores Óseos de Ciudad Real es un referente en Castilla-La Mancha, ya que cuenta con  dos grandes ventajas, subraya su coordinador. En primer lugar, está la integración de servicios como Medicina Nuclear o Radioterapia, cuya actividad es básica para realizar un seguimiento del paciente sin que tenga que desplazarse.

Esta característica permite realizar un trabajo interdisciplinar, donde el contacto entre profesionales de distintas especialidades como Oncología Clínica, Anatomía Patológica o Radiología es directo y ágil.

Una vez que llega el paciente a la Unidad se inicia el proceso diagnóstico y se lleva el caso al Comité de Tumores donde se toma una decisión conjunta de las necesidades del paciente. De esta forma, ha explicado Pages, “acortamos los tiempos de espera y se consigue el consenso de todos los profesionales implicados respecto al tratamiento más adecuado para cada caso”.

Posteriormente, se realiza el seguimiento del caso en la consulta monográfica donde se hace el control a unos 26 ó 30 pacientes a la semana con tumoraciones óseas y de partes blandas.

La cercanía con el paciente

No obstante, si algo marca la diferencia de los profesionales de la Unidad de Cirugía Ortopédica es el factor humano. “Los pacientes demandan que no sea una asistencia anónima, que tengan seguimiento por la misma persona. La parte humana y la confianza es fundamental”, ha destacado Pages.

Para Domínguez, coordinador de la Unidad, “la buena integración del equipo permite que el único protagonista sea el paciente. Él es lo más importante, ya que nuestro fin es que la cirugía vaya bien para que el paciente mejore”.

Se mantiene esta  filosofía, ha dicho, porque “contamos con un tipo de pacientes en una situación muy crítica que sienten mucha indefensión y a quienes se les han dado pocas esperanzas. Trabajamos al unísono sumando conocimientos y poniendo en valor al paciente”, ha concluido.

Las consultas son complejas porque necesitan más tiempo para abordar la información “con mucha sinceridad y aportándole al paciente la posibilidad de decidir con confianza. En la Cirugía Ortopédica cuando “tienes que plantear la posibilidad de desarticulación de la extremidad el impacto emocional es tremendo”.

La preparación a la hora de informar a los pacientes “es tan importante como la cirugía en sí”, ha explicado Domínguez, cuya experiencia previa en Cuidados Paliativos le hace ver la importancia de conjugar la excelencia técnica en la parte clínica con los aspectos humanos en el trato con el paciente. “La diferencia entre ser un buen médico y ser un médico bueno es fundamental en este ámbito”, ha subrayado.

Una premisa que comparte con su compañero en la Unidad quien ha destacado que “el papel del traumatólogo no acaba tras la cirugía, sino que acompañamos al paciente en todo el proceso porque necesitarán apoyos constantes”. Si no existiera este recurso en Ciudad Real “no estaríamos dando esa opción ni al paciente ni a su familia”, ha apuntado Pages.

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