El navajero fiel a su cita en las mañanas de la feria de La Solana

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aLa Solana · Son ya cerca de cuarenta años los que Rafael Bustos monta su puesto en la Plaza Mayor todas las mañanas de feria, junto al pórtico norte de la parroquia de Santa Catalina. Allí ofrece a los asistentes su mercancía, consistente sobre todo en las navajas de su taller de Santa Cruz de Mudela. Naturalmente, no falta el sorteo matinal. En declaraciones a Radio Horizonte, Bustos se mostraba muy satisfecho por la marcha de la feria, señalando que las mañanas han estado muy animadas de público por las actividades programadas, algo que se nota tanto en la venta como en las rifas que habitualmente realiza con cartas de la baraja.

Preguntado sobre las preferencias a la hora de comprar navajas, afirma que lo importante es el filo, ya que las cachas da igual que sean de  ciervo o de plástico. “Lo importante es que  corten bien y muchos  las prueban cortando en un papel”.

Sobre las distintas ferias a las que acude, dice que acude a muchas de la zona, finalizando el recorrido en Villamanrique, ya en octubre, pero La Solana es una cita fija desde hace décadas.

Ricardo Fernández del moral  ofreció  un compendio de  muchos  estilos musicales

El guitarrista y cantaor Ricardo Fernández del Moral ofreció un mosaico de estilos diferentes durante el último concierto de feria  sobre el escenario de la Plaza Mayor. Así lo declaró minutos antes de comenzar su actuación, donde destacó los muchos amigos que tiene en La Solana y la gran afición al flamenco en la localidad.

Del Moral avanzaba que iba a ofrecer “de todo un poco”, a fin de dar gustos a todos los espectadores, desde el flamenco tradicional y clásico, pasando por otros palos más festeros, con influencia americana como los cantes y toques por guajira, colombianas o habaneras.

También se atrevió con letras de poetas como Manuel Machado o Rafael Alberti, además de pinceladas del espectáculo del Quijote y parte de repertorio de canciones de copla, rancheras, boleros y otras adaptaciones. En definitiva, como él mismo decía, “es un compendio de muchos estilos diferentes”. Estuvo acompañado en el escenario por tres bailaoras, aunque la música y la voz corrieron todas a cargo de Fernández del Moral, con esa capacidad tan singular de cantar y tocar a la vez.

El artista daimieleño admitió estar muy satisfecho por volver a La Solana, donde no olvida los variados escenarios en los que ha ofrecido talento, desde el teatro Tomás Barrera a la cooperativa Santa Catalina y, por supuesto, la Plaza Mayor. Afirmó que tiene muchas actuaciones para el resto del verano.

Los muchos espectadores que llenaban la Plaza Mayor aplaudieron con entusiasmo los diferentes estilos ofrecidos por el artista a lo largo de su recital.