El jardín en casa · Saber elegir las macetas para nuestras plantas

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Javi El Jardinero

Hola amigos y amigas, permitidme en primer lugar unas palabras de agradecimiento a Oretania, por permitir que utilice sus periódicos para hablaros de plantas y aconsejaros sobre vuestro jardín, aunque este sea de tan solo un tiesto o macetero.

Todas las plantas necesitan su espacio para crecer, una temperatura y luz adecuada, además del riego necesario para su pervivencia, también de una constante renovación de aire, alimentos acordes a sus necesidades y tiempo para sus diferentes fases.

Hoy vamos a ver los diferentes tiestos o macetas que le podemos ofrecer a nuestra planta, si ya tienes alguna planta, comprueba con nuestros consejos que tenga el recipiente más adecuado para ella y si aún estás pensando que planta vas a elegir, ten en cuenta las características de ella antes de elegir dicho recipiente, teniendo en cuenta tanto el porte o tamaño de su tallo y hojas como la extensión necesaria para sus raíces.

Nuestro Jardín dentro de casa necesita mimos y cuidados

Las raíces necesitan espacio para crecer y tenemos que tener en cuenta que las plantas que crecen en macetas acaban con la tierra llena de raíces, por lo que debemos elegir la maceta más adecuada a la planta que vayamos a sembrar en ella. No debemos plantar una planta con crecimiento pequeño en una maceta excesivamente grande pues además de no ser muy apropiada, estéticamente hablando, corremos el riesgo de que sus pequeñas raíces terminen por pudrirse por tener mucho sustrato y una excesiva acumulación de humedad, algo que no sucede si nuestra pequeña planta está sembrada directamente en el suelo, en un jardín por ejemplo, donde el agua sobrante se distribuye por el terreno y la tierra de alrededor la absorbe y no se queda retenida dentro de una maceta, además conforme la planta va creciendo va absorbiendo los nutrientes de la tierra que sus raíces van ocupando. Y por el contrario una planta grande no se debe sembrar en una maceta pequeña pues al final dicha planta no crecerá.

Las plantas crecen poco a poco por eso es bueno ponerles macetas algo más grandes también poco a poco, al cambiarla a una maceta un poco más grande le damos amplitud durante un tiempo y con la tierra nueva más nutrientes que irán desapareciendo paulatinamente con los riegos, si un tiempo después la volvemos a trasplantar volvemos a darle nuevos nutrientes.

A la hora de decidirnos por la maceta, tenemos que tener en cuenta el tamaño que alcanzará nuestra planta, si hablamos de plantas que alcanzan en torno a 50 centímetros de altura, bastará con una maceta de 30 centímetros. Si nuestra planta puede llegar a alcanzar el metro de altura, lo ideal es que planteemos en previsión una maceta en torno a 50 centímetros de diámetro. Para plantas que puedan llegar a los dos metros de altura, habrá que plantearse macetas que superen los 60 centímetros.

Y tan importante como el diámetro, sino más, es la profundidad de las macetas. Ésta influirá en la sujeción de las raíces y, por tanto, en el correcto crecimiento de la planta en vertical. Para aquellas plantas que ya sabemos, a priori, que pueden alcanzar una buena altura lo ideal será un tiesto profundo.

En el mercado podemos encontrar recipientes de una gran variedad de materiales como el barro, la cerámica o gres, madera, plástico, hormigón o fibrocemento, fibra de vidrio, resina, metal, piedra artificial e incluso de materiales biodegradables. Por lo que tienes una gran flexibilidad a la hora de elegir qué material y diseño es el más apropiado para tus gustos.

Las de barro cocido son las más porosas, lo que hace que tanto el aire como la humedad puedan penetrar a través de la arcilla para beneficiar la salud del suelo y las raíces de tus plantas, además absorben mejor el exceso de agua, pero también, por el contrario, pueden perder con facilidad el agua y para el exterior son menos resistentes a las heladas, ya que pueden romperse con facilidad después de un tiempo con temperaturas bajas, ya que el agua se puede congelar, expandirse y provocar grietas y roturas en el barro. Son relativamente baratas, están disponibles en una amplia gama de estilos y diseños y al ser algo pesadas, es menos probable que puedan tumbarse con el viento.

Las macetas de plástico están disponibles en muchos de los acabados que pueden tener otras macetas fabricadas en otros materiales con un coste menor. Se pueden conseguir en una amplia gama de colores, formas o tamaños, suelen ser las más baratas del mercado y también son muy ligeras.

Las de madera son perfectas para dar un aspecto natural y cálido al lugar donde las coloques, incluso tienen la capacidad de poderlas barnizar o pintar de un color que haga juego con tu decoración. En relación con otros materiales naturales, puede ser más ligera y barata e incluso fácil de mover, sin embargo, no suelen durar tanto como materiales más duros y tienen la necesidad de tenerlas que proteger con pinturas especiales regularmente, al ser un material flexible y fibroso, la madera no se daña por las heladas, pero pueden pudrirse.

Las de piedra natural están talladas a partir de una variedad de materiales de granito o de piedra arenisca, elegidos por su belleza natural, su longevidad, la fuerza y resistencia al tiempo y su peso. Son ideales para su uso en lugares donde deban ofrecer resistencia a los golpes y son de las más caras a causa de su proceso de fabricación y el transporte por su peso. Al estar talladas en su gran mayoría a mano, suelen ser de diseños únicos y resisten al paso del tiempo, la formación de musco y líquenes.

Las de metal se están convirtiendo en un producto especialmente diseñado para aquellos amantes de los espacios modernos. Las hay galvanizadas con el fin de evitar la oxidación, de acero inoxidable, de acero corten, de zinc, etc. Incluso la reutilización de elementos recuperados es una gran manera de ahorrar dinero. Los recipientes de metal son prácticamente indestructibles en muchos casos.

Las de fibra de vidrio son robustas, resistentes y pesan poco, se conservan bien en climas extremos y a diferencia de las de madera, plástico o metal, no suelen tener una tasa elevada de expansión o contracción con los cambios de temperatura. Tiene una vida larga en los climas costeros que contienen alto contenido de sal, no se pudrirá, deformara, degradará o desintegrara con el tiempo. En resumen, las de fibra de vidrio tienen la vida más larga con respecto a otras y requieren poco o ningún mantenimiento.

Las de espuma de poliestireno son ligeras y a la vez resistentes, siendo a menudo sorprendentemente realistas en cuanto a sus acabados que vienen en una amplia gama de tamaños y formas. Son más duraderas que las macetas de plástico tradicionales. Se mantienen bien a la intemperie y se pueden dejar al aire libre durante todo el año. Son mucho más ligeras que la madera, la piedra o el barro. También pueden ser tan caras, si no más, que las de madera, cerámica, o de metal.

Las de cerámica esmaltada suelen ser más caras que las de barro sin esmaltar, las de cerámica vidriada ofrecen innumerables opciones en el color y el patrón de sus dibujos de gran belleza. No son porosas, por lo que no pierden la humedad tan rápido como el barro, pero se rompen tan fácilmente como las de barro y son igual de pesadas.

Las de hormigón al igual que las de piedra son muy pesadas lo que hace que sea ideal para contener las plantas más grandes o árboles que requieren más apoyo. También tiene muy buenas propiedades de aislamiento por lo que protege las raíces y este tipo de macetas se pueden dejar fuera en el jardín durante todo el año. Tienen la ventaja de ser más baratas que las de piedra artificial.

Antes de decidirnos por una de ellas, también tenemos que tener en cuenta otras características de nuestra planta, especialmente saber si es de interior o de exterior. Para nuestra planta de interior nos sirve cualquier material, incluso de cristal ya que las temperaturas dentro de una casa son siempre más estables y equilibradas. También podemos optar por macetas de autorriego, perfecta para el mantenimiento de las plantas de interior, pero, también, para minimizar la limpieza en torno a ellas. Este tipo de macetas cuentan con un depósito específico para el agua, que nos facilitará las labores de riego para plantas que viven en ambientes en los que hay sequedad ambiental.

Hay plantas que, ya sea por la disposición de sus raíces o por sus necesidades de crecimiento, demandan macetas específicas. Algo que nunca está de más conocer al adquirir las plantas, con vistas a poder darle exactamente lo que necesita. Por ejemplo, las macetas tipo bandeja son idóneas tanto para los cuidados del bonsái como para cactus pequeños. Las plantas crasas demandan un espacio ajustado en el que poder crear sus raíces, por lo que debemos optar por macetas de pequeño diámetro y es recomendable que sean de barro pues gracias a su porosidad, permiten la evaporación de agua. Algo más que positivo para estas plantas que no toleran bien el exceso de humedad.

Y si nuestra planta es de un tipo de orquídea, estas demandan macetas transparentes que les permitan contar con luminosidad directamente en las raíces. Algo clave no solo para procurar el crecimiento de la planta sino, fundamentalmente, para su floración.

Como habéis podido comprobar es importante saber elegir bien la maceta para nuestra planta pues supone un elemento crucial para que crezca con salud y bienestar, es su casa y su medio natural de vida.

Espero que os haya servido de ayuda, en nuestra próxima cita hablaremos de elegir la tierra o el sustrato más adecuado para nuestra planta.