Madrid · Pese a la inexistencia de puntos negros y de tramos de concentración de accidentes, los datos estadísticos han puesto de manifiesto un leve incremento en el número de víctimas mortales causadas por siniestralidad vial, durante los dos últimos años, en la zona occidental de la carretera N-430 (Badajoz-Valencia), a su paso por la provincia de Ciudad Real, cuya vigilancia corresponde a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Este tramo de la carretera N-430 comprende desde el límite con la provincia de Badajoz hasta la capital ciudadrealeña discurriendo su recorrido por los términos municipales de Puebla de Don Rodrigo, Agudo, Luciana, Piedrabuena, Alcolea de Calatrava y Ciudad Real, con una longitud total de 101’450 kilómetros.
La carretera N-430 es una de las vías convencionales que registra una mayor intensidad media diaria de vehículos pesados en el tramo que discurre entre el límite de provincia con Badajoz y esta capital, al constituir uno de los principales ejes transversales de comunicación que unen la costa levantina con Extremadura y Portugal a través del centro peninsular.