Soledad de Gregorio compartió sus impresionantes trabajos de punto de cruz en una exposición en Almodóvar del Campo

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Parte de los bordados expuestosAlmodóvar del Campo ·  Durante varias semanas los vecinos y visitantes de Almodóvar del Campo han tenido la oportunidad de sorprenderse con los trabajos de punto de cruz de Soledad de Gregorio García. Esta almodovareña es una virtuosa de esta  técnica de bordado, hasta el punto de ser capaz de emular, a base hilos, la resolución que las pantallas de dispositivos electrónicos ofrecen hoy día gracias a sus diminutos píxeles.  La exposición, que ha formado parte de la programación de Primavera Cultural 2017 y ha acogido la discreta estancia anexa del Mesón ‘Gallardo Vizcaíno’ donde se da cobijo habitual a la Bibliografía Cervantina de la familia Palmero, recogía una veintena de trabajos realizados en diferentes épocas de la vida de esta mujer, desde que hiciera el primero hace 36 años con motivo de sus nupcias.

La progresión, de entonces a la actualidad, deja boquiabiertos a los visitantes, especialmente al comprobar cómo a base de horas de nocturna afición, cuando cierra la cocina del mesón y se deja llevar por esta distracción que “me relaja mucho después de todo el día trabajando”, es capaz incluso de plasmar fotografías a cual más realista.

Si bien lo diseños más normales los toma de libros de punto de cruz, para poder trazar en tela las imágenes más perfectas, Soledad acude a una mercería donde le escanean las fotografías de verdad, las de papel fotográfico. Allí “me indican el color de hilo que tengo que poner en cada punto y así las hago”. Para comprender la capacidad de concentración que esta labor requiere ha de subrayarse que apenas dos centímetros cuadrados exigen la confección de 200 puntos. 

Así es como hizo las muestras de punto de cruz a las que más cariño guarda, las caras de sus dos hijos, chica y chico. Y así es como está trabajando otra imagen alusiva a personajes quijotescos como son Sancho Panza y Pedro Recio y que, por inacabada, permite ver la minuciosa técnica del bordado. “Es el que más cambios de hilos tengo que hacer”, aludiendo a las decenas de colores que ha de manejar, firmemente convencida de que, antes o después, quedará tan impecable como el resto.

Las caras de ambos protagonistas en este otro punto de cruz realista las ha cambiado por las de personas de su entorno. Una de ellas hace referencia a su esposo, José Alarcón, artífice de esta  exposición que han podido ser vista por cientos de vecinos. “Ha sido una encerrona de mi marido”, señalaba Soledad 

El aludido se mostraba encantado con la gran disposición que tuvo la Concejalía de Cultura almodovareña a la hora de dar difusión a esta exposición no tan habitual, incluyéndola en la programación cultural de la actual estación. Quedaba abierta coincidiendo con la edición reciente de la Feria de Marzo y todavía esta semana era posible disfrutarla.

La munícipe titular del área, por su parte, no solo felicitaba a este conocido matrimonio de la localidad por la iniciativa, sino que incluso les agradecía el hecho de “hacernos partícipes” de la misma. Virginia López considera que estos bordados tan exquisitos “verdaderamente llaman la atención y cuando vi por primera vez especialmente las caras de sus hijos, me quedé impactada porque no podía creer que estuviesen hechos con puntos de cruz, parecían más bien una fotografía”.

Entre la veintena de lienzos también había representación de texturas como la arpillera, de diversos motivos religiosos entre ellos imágenes de Jesús Rescatado o de la Virgen del Carmen que es patrona de la localidad, el propio escudo de Almodóvar del Campo o los característicos nombres de bebé que se bordan con motivo del feliz alumbramiento.