La Federación de Empresarios de Puertollano mantiene la tradición de vestir y pasear la vaca del Santo Voto

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Puertollano · El paseo de la vaca del Santo Voto se realizará este miércoles 31 de mayo  solo en horario vespertino al coincidir este año el tradicional paseo del astado   en   las vísperas de la octava de la ascensión con la festividad del día de Castilla la Mancha.  El ritual de “vestir” la vaca  y prepararla con sus alforjas para el posterior paseo por el Paseo de San Gregorio lo volverá  hacer  el empresario Santos Aparicio, que lleva varios años como representante de la Federación de empresarios de la comarca de Puertollano (F.E.PU)  recuperando esta vieja tradición puertollanera.

La vaca será “engalanada” minutos antes de que sea conducida a pie hasta la Glorieta Virgen de Gracia acompañada de la banda de  tambores y cornetas, centros de mayores  y grupos folclóricos, que recorrerán varias calles del centro de Puertollano  y el   Paseo de San Gregorio.

La vaca  llevará en sus alforjas varios kilos de caramelos sin gluten que se repartirán entre los niños que se encuentren a su paso. 

El paseo de la vaca del Santo Voto tiene  varias explicaciones simbólicas: la más antigua, que se paseara el animal para dejar libre de la peste y de malos augurios allá por donde pasara. Después serviría para anunciar la llegada de esta fiesta y recaudar fondos con destino a sufragar los costes de realización del guiso que se repartiría el jueves. Hoy día, ya que se hace cargo de la  elaboración del guiso el propio consistorio, el paseo de la vaca es meramente una representación arraigada en la tradición de esta fiesta puertollanera, recuperada por F.E.PU, después de haber estado  muchos años sin realizarse.

F.E.PU por otro lado repartirá entre los miles de escolares de la ciudad pegatinas con una original  y divertida imagen de esta fiesta realizada por el empresario Antonio Díaz. Una singular pegatina con la que se pretende hacer un guiño a los más pequeños, para que  asocien la vaca  del Santo Voto con la fiesta más antigua  de Puertollano con 669 años de antigüedad,  en la que se recuerda la promesa que hicieron a la Patrona de la ciudad  las trece familias que sobrevivieron a la peste bubónica de 1348.