Miguelturra · El Servicio de Estancias Diurnas, dependiente del Área de Mayores del Ayuntamiento de Miguelturra, ha acogido una charla sobre qué medidas tomar en caso de agresión y engaño hacia las personas mayores, que a menudo se convierten en víctimas fáciles para la delincuencia. Impartida por el Subinspector Jefe de la Policía Local en funciones, Antonio Corral, ha expuesto a los usuarios y usuarias del SED consejos sobre lo que deben y no deben hacer, “los ladrones no dan tregua a los mayores, quienes cada vez más son víctimas de hechos delictivos”.
Últimamente, explicaba Corral, los mayores están siendo víctimas habituales de una misma tipología de robos donde las sustracciones se cometen, en su mayoría, cuando son sorprendidos a la entrada de su domicilio, así como cuando permiten acceder a personas desconocidas a su vivienda.
De igual modo, Corral ha advertido que a menudo, estos robos suelen ocurrir después de ir a una entidad bancaria. “Los delincuentes simulan hacer alguna gestión en la sucursal y cuando observan que algún cliente saca dinero los siguen hasta su residencia donde, ya sea de forma violenta o distrayéndolos con cualquier disculpa, le sustraen el dinero”.
Pero no son los únicos escenarios para llevar a cabo el delito, ya que en la vivienda se hacen pasar por supuestos empleados de una empresa que viene a realizar alguna revisión o cambio de aparatos y quieren cobrar en metálico ciertas cantidades, que no hay que abonar bajo ningún concepto. “También usan el engaño de las encuestas y, una vez dentro, piden un vaso de agua o ir al baño para quedarse solos y sustraer dinero u objetos de valor”, ha añadido Corral.
“Por teléfono o presencialmente, solicitan dinero para socorrer a un familiar que, por ejemplo, ha necesitado un servicio de grúa, o de taller, o médico, o una deuda pequeña o que les pueda entregar un supuesto premio que han ganado. No hay que atender ninguna de estas peticiones”, ha proseguido.
Igualmente, hay que desconfiar de la bondad de un individuo que le ofrezca la venta de presuntos objetos valiosos, que son falsos o inexistentes, o de algún aparato electrónico a precio muy inferior a los que en el mercado se ofrecen.
A veces los delincuentes también involucran a toda la familia en la estafa, presentándose en la casa con pedidos de dinero para medicamentos, análisis, etc. “Generalmente si los parientes se desentienden del anciano y delegan en cualquiera su responsabilidad de cuidarlo es más fácil que el fraude se concrete”, ha explicado.