
José González Ortiz
El reciente hallazgo arqueológico de una mano de bronce en el monte irulegi de Navarra con epigrafía ibérica -claramente ibérica-, no pone de manifiesto que sea un texto donde aparezca por primera vez un fonema euskérico (“Sorioneku” –“Buena suerte”-), ya que, con siglos de anterioridad, posiblemente fonemas y lexemas euskéricos se esgrafiaban sobre plomos ibéricos y otros soportes al ser ambos idiomas, euskera/ibérico, una lengua común hablada en buena parte de la península ibérica.
El euskera y el íbero eran lenguas hermanas pertenecientes al mismo tronco lingüístico, pues tenían la misma filogenética al ser lenguas no indoeuropeas y prerromanas propias del sureste francés y buena parte de la península ibérica. Su origen está en la prehistoria. El historiador griego Estrabón (Amasya, reino de Ponto, Turquía, periodo helenístico, año 64 a. de C./año 19 d. de C), afirmaba en el siglo I a. de C. (Su tercer libro “Magna Geografía” lo dedicó a Iberia) que los aquitanos (Sureste francés) y los íberos (Este de la península ibérica) eran: “pueblos similares y hablaban lenguas parecidas”. Del idioma aquitano (dialecto del euskera) y del que se han realizado diferentes estudios de lo que de él queda, se sabe que era una forma de preeuskera. Euskera en su inicio y relacionado con otros pueblos de Hispania (con las variantes propias de los territorios). Por lo tanto, la mano de bronce del monte Irulegi no es – ¡presumo! – el primer fonema en euskera del siglo I a. de C. Con anterioridad a este siglo ha habido otros fonemas comunes al íbero y euskera. Concretamente en la provincia de Ciudad Real, he traducido con el euskera actual, algunos topónimos de yacimientos ibéricos. Así la antigua ciudad de Alarcos (Hoy Parque arqueológico) era conocida desde la protohistoria. Plinio en el siglo I a. de C. cita a Lacurris como era denominado el poblamiento ibérico en época prerromana y Ptolomeo en su “Índice Geográfico” también del siglo I a. de C. nombra al oppidum (sitio elevado y defendido) de Lacurris dentro de las catorce ciudades de la Oretania. El poblamiento ibérico de Lacurris (Lakurris) comienza con un ibérico orientalizante del siglo VII a. de C. y se continua en el siglo VI-V con un ibérico antiguo, después con un ibérico pleno en los siglos V-III a. de C. y con un ibérico tardío de los siglos II-I a. de C. El topónimo Lacurris, Lacoris, Alarcurris, Ilarcurris… Alarcos, ya era conocido en la 2ª Edad del Hierro. A través del euskera traduje Lakurris. Laku=humedal, encharcamiento, balsa de agua… correspondiéndose con los esteros del rio Guadiana, urris=becerra. Luego el fonema del topónimo Lakurris (Balsa de las becerras) ya era conocido en época ibérica y referido por historiadores antiguos. Actualmente desde la zona elevada de Alarcos (Ermita de Alarcos) se divisa estos encharcamientos donde curiosamente pastan vacas de una ganadería cercana. En las excavaciones han aparecido restos óseos de distintos animales y huesos y cornamentas de bóvidos. Lakurris podía ser un topónimo perfectamente euskérico/ibérico desde mucho antes del sigo I a. de C. Por otro lado, a unos 30km en Puertollano encontramos en un paraje conocido por antiguos agricultores como “Orusco”. Un topónimo “Orusko” que, igualmente nos indica su filiación ibérica. Or=altozano o eminencia del terreno y usko=medioriente. Desde el actual Puertollano y a unos 3km en un altozano muy roturado por la agricultura se halla un yacimiento iberorromano.