Basement Band contagia su alegría en el Conservatorio de Daimiel

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La big band daimieleña mostró sus capacidades en su primer concierto en la capital, pero sobre todo sus ganas de atraer al público con un planteamiento desenfadado, fresco y divertido.

La Basement Band se presentó el viernes ante el público de Ciudad Real con un concierto cargado de ritmo y alegría en el auditorio del Conservatorio Profesional de Música Marcos Redondo.

La agrupación, que hace uso del formato de las grandes big bands, recurrió a su pianista, Antonio Fernández Reymonde, para que hiciera de maestro de ceremonia, ya que además, el sevillano es uno de los profesores de piano de la plantilla del conservatorio ciudadrealeño.

Tal y como ya adelantaba en Radio Daimiel Carlos Alcázar, saxofonista de la Basement, se trataba de un concierto "muy especial", ya que gran parte de los músicos del grupo "nos hemos formado en el Conservatorio, lo cual también era un responsabilidad". Pero finalmente las expectativas de éxito se cumplieron, ya que el grupo hizo una demostración de su capacidad musical, pero más allá de ello, su interpretación está cuajada de recursos para meterse el público en el bolsillo.

Los músicos se presentan como una formación llena de movilidad, en la que un sólo de saxo se responde con otro de trompeta y en el que el resto de los músicos siguen en movimiento para que el espectador pasee su vista por todo el escenario.Constantemente, los músicos de esta particular banda del sótano buscaron arrastrar al público, hacerle parte del espectáculo, bien fuera por la vía de pedir sus palmas, ya desde la entrada, bien por la de animar a los espectadores a corear determinadas estrofas.

La propuesta encontró un público predispuesto que dejó muy poco asientos vacíos en el auditorio, y secundó con risas las bromas que salían del escenario. El repertorio trazó además un amplio recorrido por la música desde la primera mitad del siglo XX a algunos éxitos de los años 70. Así, los espectadores disfrutaron de piezas como Jazz Police o clásicos como Donut King, aunque también tuvieron cabida versiones y arreglos específicos de temas pop y rock adaptados al estilo de las big bands.

Ciudad Real conoce desde el pasado viernes el virtuosismo de Basement Band y el enganche de sus directos, que como ya ha ocurrido en su diferentes actuaciones en Daimiel encandila al público con su espectáculo.