Emotivo acto de nombramiento a Don Julio Maroto como Hijo Predilecto de Alcázar de San Juan

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IMG_0088Alcázar de Sam Juan · Con un entrañable acto se ha celebrado en el salón noble del ayuntamiento  el nombramiento oficial como Hijo Predilecto de Don Julio Maroto. Un homenaje a este hombre, que fue un adelantado a su tiempo y guía para muchas generaciones, y un homenaje que comenzaba con la instalación de una placa conmemorativa de recuerdo a su persona en la fachada del domicilio en el que vivió en Alcázar de san Juan, ciudad  donde fue maestro en diferentes colegios a los que llevó un sistema de enseñanza muy personal y vinculado con la institución libre de enseñanza y relacionado con los valores promovidos por el sistema educativo de la República.

Hombre discreto, fue de los primeros que ya a finales de los años sesentas, comenzaba con la lucha por la conservación del medio ambiente, cuando todavía ni se utilizaba el término y fue el primero en darse cuenta, un visionario, de que la utilización de los recursos naturales podía influir en el clima.

La alcaldesa, Rosa Melchor,  en el acto del ayuntamiento quiso felicitar a los tres hijos y una hija del maestro que vivió en unos tiempos complicados (que le llevaron incluso a estar en un campo de concentración por el solo hecho de haber sido miembro del ejército de la República)  pero a pesar de ello consiguió hacer de su profesión una bandera para contribuir en la educación y pensamiento crítico de los jóvenes de la época, hacer una educación diferente en la que no solo se adoctrinase, sino ir más allá, trabajo fuera de las aulas y de la formación reglada de la época. Tuvo una carrera larga, como los maestros de la época, apunta, en la que tuvieron posibilidad de educar, de enseñar a pensar a muchos alcazareños  y por ello desde el ayuntamiento se ha querido darle el mayor distintivo de la ciudad a la personalidad y valores de este hombre del que seguro que queda mucho en cada uno de vosotros, decía refiriéndose a la familia del Maestro con maýúsculas.

En el acto oficial, al que asistió toda su familia en estas fechas en las que se cumplen diez años de su fallecimiento, participaron amigos de diferentes profesiones que recordaron la personalidad del maestro. Luís Cruz, maestro como él, que a través de anécdotas describió su especial manera de entender la educación, Rosalinda Tejera, periodista, que recordó su perfil reivindicativo a través de sus artículos de colaboración en periódicos y Mariano Velasco, ecologista y compañero de andanzas en esta senda que recorrieron juntos en defensa del que nos hicieron conocer, Acuífero 23.

El acto conducido por Mariano Lizcano, miembro del Ateneo alcazareño, contó también con música con la participación de su nieto que dejó su sempiterna pajarita en el atril, como siempre hace para que la inspiración de su abuelo esté presente.

Como representante de la familia, su hijo Julio Fernando, hizo un semblante de la persona que fue su padre, que ayudado por su madre, una mujer abnegada que siempre le sirvió de apoyo, pudo desarrollar encomiables tareas en defensa del pensamiento crítico y de la educación. Lo describió como un hombre carismático, tenaz, empático, cercano y con un gran sentido del humor que le daba, dijo, un liderazgo natural  que supo desarrollar en todas las facetas de su vida.

Dice que su padre llegó a hablar del cambio climático por lo que lo calificó como  el primer conservacionista alcazareño.