El teatro vuelve el sábado al escenario del Auditorio de Puertollano con “Rebeldías posibles”

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aPuertollano · El grupo de teatro Teatrasgo, de Madrid, pondrá en escena “Rebeldías Posibles”, el próximo sábado, 23 de septiembre en el Auditorio Municipal en una única función a las 19,30 horas. Las entradas al precio de cinco euros se pueden adquirir en taquilla de 11 a 13 y de 18 a 20 horas. “Rebeldías Posibles”  es  una historia de héroes contemporáneos que no se resignan a aceptar las pequeñas estafas cotidianas que imponen los poderosos, una comedia que juega con la risa para denunciar la soledad del ciudadano en la sociedad del siglo XXI.

El montaje

Está dirigida por Richard Salamanca, monologuista y director escénico de amplia trayectoria, quien señala que “la obra sacude los cimientos del sistema establecido, apunta hacia el descontento social y la indignación. Me gustó el texto porque menciona determinados síntomas sociales, tales como la agresividad pasiva, es decir, no hacer lo que debemos hacer, o esa tendencia a despreciar lo que nos ilusiona. Ser moderno o sálvese quien pueda.”

Los actores de Teatrasgo, Lola Abellán y Fernando Fernández, han sido galardonados con los premios a la mejor actriz y al mejor actor de reparto, respectivamente, por sus papeles en “Rebeldías Posibles” en el VII Certamen de Teatro Atenea Loranca.

“Rebeldías posibles” es una pieza teatral escrita por Luis García-Araus y Javier García Yagüe, para la compañía Cuarta Pared. La versión que representa el grupo Teatrasgo se estrenó en 2016 y ya ha pasado por diferentes escenarios de Madrid.

Teatrasgo es un grupo creado en 2008, que ha optado por un teatro de drama o comedia, clásico o moderno, pero siempre comprometido. En su repertorio, entre otras obras,  están “Las mujeres sabias”, de Molière; “Dios”, de Woody Allen; o “Terror y Miserias, de Bertolt Brecht.

La obra

La obra cuenta la historia de García, una mujer que reclama insistentemente los 28 céntimos que una compañía telefónica le ha cobrado indebidamente. En su lucha, y sin pretenderlo, arrastra a otros ciudadanos que también tienen reclamaciones pendientes. Así se crea un micromundo de pequeños rebeldes que, sin rumbo ni método, van chocando contra los elementos para llegar a un dudoso final.

¿Es posible enfrentarse a las multinacionales, al entramado burocrático, a las constructoras, a la Iglesia, a los grandes medios de comunicación?.

La obra propone un divertido mosaico de personajes y situaciones, con los que muchos pueden identificarse, que lleva de la sonrisa a la carcajada, pero siempre con una carga de profundidad agridulce sobre las consecuencias familiares, laborales o sociales de no conformarse.