
Julio Criado García
Tras haber recorrido la Vía Verde de ‘El Trenillo de la Calzá’, en su tramo de Argamasilla de Calatrava a estación de Hernán Muñoz en Aldea del Rey, este grupo de senderistas se ha propuesto conocer a fondo el trayecto que actualmente está en estudio de conversión en Vía Verde entre Puertollano y la Junta de los Ríos Ojailén y Fresneda.

En el año 1880, la Compañía de Ferrocarril de Madrid a Ciudad Real y Badajoz consigue la concesión para construir un ferrocarril entre Puertollano (Ciudad Real) y Marmolejo (Jaén), siguiendo los cauces de los ríos Ojailén, Fresneda y Jándula, atravesando Sierra Morena. Con la llegada de la Guerra Civil, se paralizan las obras, reanudándose después de la contienda a bajo ritmo, sin que prácticamente se llegara a trabajar en el tramo más accidentado, en Sierra Morena. Con el abandono anticipado de las obras, no se llegó a construir ninguno de los edificios de las siete estaciones intermedias, ni tampoco a tender balasto, traviesas o carril. Tampoco se finalizaron los puentes o viaductos de la línea, pese a que, en algún caso, sí se llegaron a montar algunas estructuras de sus bases.
Por el lado de Puertollano se ejecutan unos 30 Km., en los que se termina la explanación y se llegan a construir varios pasos. Los puentes y viaductos que debían cruzar el río Ojailén no se llegaron a tender. También fueron construidos varios túneles, aunque, alguno de ellos no en su integridad. Con el paso del tiempo, la Junta de Comunidades de Castilla-La mancha ha declarado a cinco de estos túneles, del 1 al 5, como Microreservas de refugios de Quirópteros (murciélagos).
Pese al inicio del expediente de reversión de los terrenos en su día expropiados, está en estudio un proyecto de “Vía Verde” entre Puertollano y la junta de los ríos Ojailén y Fresneda, ya que se conserva en relativo buen estado la explanación, a excepción de algún tramo puntual cerca de la ciudad minera y el túnel número 1, junto a La Alameda. La zona de los túneles 2, 3, 4 y 5 está dentro de la Finca Herraderos, que está vallada en su contorno.
Los componentes de ‘Andamayor’, con su monitor, Ángel Arias, a la cabeza, están conociendo estos espacios naturales que bien merecen ser recorridos despacio y con los cinco sentidos; lugares por los que pasear despacio permite conocer nuestro patrimonio natural, sus gentes, sus pueblos y la historia que atesora. En las primeras salidas, se han recorrido los tramos de Puertollano, Villar de Puertollano, Villanueva de San Carlos y La Alameda.
En este grupo de buenos andadores de Argamasilla de Calatrava, hay auténticos expertos con más de 15 años de salidas, “sin faltar a ninguna de ellas”, como nos confiesa el matrimonio compuesto por Lucy y Ramón, quienes además de realizar las salidas con los “Mayores”, también salen con los “jóvenes” o las que desde el Ayuntamiento rabanero se organizan con motivo de los diferentes programas de Diputación. ‘Andamayor’ cuenta con grandes caminantes, como Nino, quien ha recorrido en multitud de ocasiones los diferentes caminos compostelanos.
Hay entre ellos cazadores experimentados, como Basilio y Antonio, que son buenos conocedores del entorno y que, junto al monitor, Ángel Arias, no escatiman en informarnos de los diferentes parajes, flora o fauna que podamos encontrar en cualquier recodo del camino. Todo ello aderezado de grandes dosis de buen humor, donde la broma y el chascarrillo pone la sonrisa en boca de todos, compartiendo buenos momentos de camarería, además de alguna que otra vitualla y amenas conversaciones de todo tipo.

Algunos consejos que no vienen mal
Así hemos podido saber que para salir a caminar hay que hacerlo con el atuendo adecuado. Lo más importante es el calzado, siempre es mejor una bota que sujete el tobillo para evitar torceduras que una zapatilla deportiva baja. Asimismo, es preferible que la bota sea impermeable y transpirable y con suela que se agarre al terreno, de goma y antideslizantes. En las piernas, unas mallas ligeras o pantalones, mejor si son largos para evitar arañazos de arbustos, quemaduras o picaduras. Es importante que la ropa sea ligera y, a poder ser, transpirable, que se vaya secando al andar. Cuando el sol aprieta es imprescindible una gorra, gafas de sol, incluso para pieles más sensibles una crema con un alto factor de protección.

Los calcetines son una pieza que hay que tener muy en cuenta. Los de algodón son frescos y empapan muy bien el sudor, pero tienen el inconveniente de que tardan en secarse, por lo que el pie permanece mucho tiempo húmedo. Además, al estar mojados pueden formar arrugas que ocasionan rozaduras, heridas e, incluso, ampollas. Actualmente existen en el mercado calcetines realizados con nuevos tejidos y de secado rápido, que permite expulsar la humedad y además no recalienta el pie. Los calcetines deben quedar ajustados a la perfección, por lo que la talla ha de ser la correcta. Es conveniente que lleven algo de Lycra para que no se hagan arrugas. Para evitar rozaduras, los calcetines deben estar limpios, secos y bien colocados. Para el senderista con una piel muy sensible, es preferible llevar siempre las costuras de los calcetines hacia fuera. Y para las personas que no están acostumbradas a largas caminatas, un consejo práctico es llevar dos calcetines en el mismo pie, para que la planta no se resienta al andar.

Otro consejo recibido por los miembros de nuestro grupo de caminantes es que un buen senderista debe llevar en la mochila unos calcetines de repuesto, navaja multiusos, un cortavientos, agua, fruta, frutos secos o barritas energéticas (algunos opinan que la mejor barrita energética es un buen trozo de jamón) y algo para comer, en ocasiones algunos llevan su termo con café y leche. Siempre prestos a compartir alguna que otra delicatessen.


Fotografías realizadas por Ángel Arias