La función religiosa y la comida solidaria concentran la mayor afluencia de fieles en la Romería de septiembre en Daimiel

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LLEGADA VIRGEN (1)Daimiel · Un año más, la Romería de septiembre en honor a la Virgen de las Cruces, celebrada este domingo, ha protagonizado la agenda daimieleña. A primera hora, la imagen era trasladada a su Santuario por unos 40 mozos que hacían su entrada en el patio principal de ‘Las Cruces’ sobre las 9:20 horas de la mañana. Bajo pétalos de rosas, cientos de daimieleños han recibido a la Patrona, que ha regresado a su ermita tras permanecer más de un mes en la localidad.

Después, la función religiosa y la comida solidaria han sido dos de las citas más multitudinarias de la jornada. La primera tenía lugar en el Santuario de la Virgen, donde en una misa oficiada por el párroco de Santa María, Valentín Sánchez Rojas, más de 200 fieles han reflexionado acerca de la unidad que debe imperar en la comunidad cristiana. Además, el sacerdote ha asegurado que “esta romería es símbolo de identidad de un pueblo que como Daimiel no puede entender la fe sin su Virgen de las Cruces”. Una cita religiosa que ha contado con el acompañamiento del Coro de Cámara Laminium, encabezando la representación municipal el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, junto al presidente de la hermandad, Paulino García de la Camacha y los hermanos mayores.

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Un par de horas después llegaba el segundo de los momentos destacados del día. Más de medio millar de personas esperaban su turno para aportar su granito de arena con la comida solidaria de este año. Una paella gigante, realizada por la asociación de vecinos de San Isidro, junto con aperitivos, postre y café han sido los platos de la comida solidaria que organiza la Hermandad de la Virgen con la ayuda de otras hermandades y cofradías daimieleñas. En ella han participado más de medio millar de personas que han querido colaborar disfrutando de este menú, por 5 euros, y apoyar la causa de este año: el proyecto de las Religiosas Calasancias en el centro de promoción de la mujer que dirigen en Camerún (África).

Precisamente, García de la Camacha destacaba que gracias a las actividades programadas, como la comida solidaria, “se vive una jornada de convivencia, donde sobresale el sentido de unidad que debemos tener los hermanos de la Virgen y los daimieleños, en general”. Asimismo, el presidente de la hermandad aseguraba que “los vecinos de Daimiel han vuelto a responder a la llamada de la Patrona, Daimiel quiere a su Virgen”, aunque reconocía que en esta romería hay menos afluencia que en la de Pentecostés. Sin embargo, se mostraba satisfecho y contento del trabajo realizado por su hermandad y por los demás colectivos “que siempre arriman el hombro durante la jornada”.

Por su parte, el primer edil ha subrayado “la emotividad” que se vive en este día con la traída de la Virgen a hombros por parte de los mozos, a quienes ha agradecido su labor y entrega, deseando que los jóvenes no dejen en el olvido esta tradición. Finalmente, Sierra también ha subrayado que se trata de un día para disfrutar “en convivencia y en hermandad en torno a la Virgen, a quien los cristianos nos acercamos de una forma u otra para solicitarle que nos eche una mano o para pedirle salud”.

Un domingo donde el buen tiempo ha acompañado a lo largo del día, con temperaturas agradables en torno a los 24º y donde también ha habido hueco para la música y las tradiciones de la mano del III Festival de Folclore de Romería. En él han participado los organizadores, la asociación folclórica Virgen de las Cruces y la agrupación de Nuestra Señora de la Merced de Herencia, que antes de subirse a las tablas han dedicado dos temas en el interior del santuario mediante una ofrenda floral.

Estas agrupaciones folclóricas han sido las encargadas de amenizar el final de la mañana con jotillas, fandangos o seguidillas, poniendo sobre el escenario, situado en el lateral izquierdo del santuario, a más de 60 bailarines y músicos.

La jornada concluirá con la actuación de la academia de baile ‘Amanecer’, a partir de las 18:00 horas, y con el tradicional rezo de una oración y Salve para despedir a la Virgen de las Cruces.

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